Y en medio de todo eso, hay alguien que lleva la carga emocional y operacional del cambio: el líder de equipo.
Si no se prepara bien, ese líder termina siendo visto como “el policía del ERP”. Si lo hace bien, se convierte en el traductor entre el sistema y el equipo.
Esta es una guía rápida para elegir el segundo camino.
1. Sé el primero en aprender (y equivocarte)
Si tú, como líder, no sabes usar Odoo… ¿por qué tu equipo confiaría en él?
Conviértete en referente sin ser técnico.
Muestra disposición real, no superioridad.
Sé transparente con tu proceso de adaptación.Los líderes que se permiten aprender, humanizan el cambio.
2. Habla del “para qué”, no solo del “cómo”
“Ahora se va a registrar todo en Odoo” no motiva a nadie.
Explica cómo mejora la vida de tu equipo.
Conecta las nuevas tareas con su propósito real.
Usa ejemplos concretos: antes vs. después.La visión compartida genera adhesión, no solo cumplimiento.
3. Escucha las incomodidades (sin invalidarlas)
Si alguien dice “esto es más difícil que antes”, no lo calles. Escúchalo.
No minimices la resistencia.
Transforma quejas en información útil.
Muchas veces el “no me gusta” esconde un “no lo entiendo”.Validar el miedo abre la puerta a la confianza.
4. Evita comparaciones odiosas
“María ya lo entendió, ¿por qué tu no?” es la receta perfecta para el sabotaje.
Cada persona tiene su ritmo de adaptación.
Celebra micrologros individuales.
Acompaña, no presiones.El cambio sostenido se construye con paciencia operativa.
5. Reforza la idea de evolución, no de fiscalización
Odoo puede dar trazabilidad… pero no debe sentirse como un “gran hermano”.
Usalo como herramienta de claridad, no de control.
Enseña que automatizar no es quitar responsabilidad: es enfocarla.
Muestra cómo mejora la colaboración, no solo el control.Las herramientas no reemplazan confianza: la amplifican o la destruyen.
Liderar no es imponer el cambio, es encarnarlo.
No se trata de que tu equipo use Odoo. Se trata de que lo adopte. Y eso empieza por ti.
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